CLINICA Y DIAGNOSTICO DE LA INFECCION POR VIRUS DE LA HEPATITIS C
Palabras clave:
revisión científica, virus de la hepatis C, síntomas, historia naturalResumen
La hepatitis C en España tiene una prevalencia estimada en torno al 1,5%, siendo difícil conocer la incidencia real porque con frecuencia pasa inadvertida. Es responsable del 50% de las muertes por cirrosis y del 70% de las muertes por hepatocarcinoma. La infección aguda suele ser asintomática en un 80% de los casos y, si hay síntomas, son inespecíficos. También la mayoría de los pacientes con infección crónica están mínimamente sintomáticos, siendo la fatiga una de las quejas más frecuentes.
El anti-VHC indica contacto previo con el virus, el RNA VHC indica infección actual. Hay que determinar el genotipo para decidir qué antivirales se indican. Se debe evaluar el estadio de fibrosis mediante Fibroscan, dado que influye hoy día en el acceso al tratamiento, en el seguimiento posterior y en el pronóstico. Se debe reservar la biopsia para casos aislados en los que el Fibroscan no sea concluyente, por obesidad, etc. La variable principal de los estudios de eficacia es la respuesta viral sostenida a las 12 semanas tras finalizar el tratamiento. En pacientes con conductas de riesgo, es aconsejable la monitorización cada 12 meses del RNA VHC.
La supervivencia se encuentra disminuida, en mayor medida, una vez que aparecen manifestaciones de descompensación de la hepatopatía. La RVS equivale a la erradicación viral y modifica la historia natural de la infección, disminuye la incidencia de descompensaciones, de hepatocarcinoma y las necesidades de trasplante hepático, aumentando la supervivencia y la calidad de vida. En pacientes con cirrosis con RVS, debemos continuar un seguimiento periódico, puesto que no desaparece el riesgo de desarrollar hepatocarcinoma.