MORDEDURA POR VIBORAS

Autores/as

  • Antonio Martínez Oviedo Hospital Obispo Polanco. Teruel Autor/a
  • Mª Jose Borruel Aguilar Hospital Obispo Polanco. Teruel Autor/a
  • Luis Javier Floria Arnal Hospital Obispo Polanco. Teruel Autor/a
  • Teresa Espallargas Doñate Hospital Obispo Polanco. Teruel Autor/a
  • Inmaculada Burgués Dalmau Hospital Obispo Polanco. Teruel Autor/a

Palabras clave:

revisión científica, mordeduras de víbora, viperfav, antiveneno

Resumen

Los casos de mordeduras de serpiente suscitan enorme curiosidad, planteando dudas en el manejo diagnóstico y terapéutico en el personal sanitario. Se genera asimismo una gran angustia y alarma en las personas que las sufren, propiciado por la información poco veraz transmitida por la tradición popular y los medios de comunicación actuales. Nuestras víboras ocupan áreas geográficas que apenas se superponen, por lo que casi siempre es posible conocer la especie causante del accidente conociendo la localidad en la que se produjo. El veneno de las víboras de la Península Ibérica es hemotóxico y citotóxico, pero no neurotóxico. Toda sospecha de mordedura de víbora debe valorarse en el Hospital. El tratamiento inicial consistirá en: no se deben realizar medidas que aumenten el edema y comprometan la circulación del miembro afectado, tales como torniquetes o vendajes apretados. No realizar ninguna acción mutiladora como incisiones, succiones o cauterizaciones. El empleo del suero antiofídico debe restringirse a los grados de envenenamiento grave o compromiso sistémico (G2-G3), ya que su uso no está exento de riesgos y complicaciones.

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Publicado

01-07-2015

Número

Sección

Revisiones científicas

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